Si abres el periódico digital cualquier día y escribes la palabra “Estrategia” en el buscador de la página encontraras unas cuantas noticias sobre planes estratégicos de algún gobierno o de una gran empresa.
En nuestras charlas cotidianas es frecuente hablar sobre la mejor estrategia a seguir en tal o cual situación.
¿Pero qué significa la palabra estrategia?
Vamos al diccionario: según la RAE estrategia es el arte de dirigir las operaciones militares o el arte para dirigir un asunto.
Es una palabra que utilizamos frecuentemente y qué sin embargo no está muy claro qué significa y casi siempre se utiliza para definir planes de menor alcance.
Vamos a profundizar un poco para saber qué debería definir una buena estrategia.
Táctica y Estrategia
La táctica y la estrategia son dos conceptos que casi siempre van de la mano como si fueran las dos caras de una misma moneda.
La táctica suele referirse a la resolución de problemas concretos a corto plazo mientras que la estrategia está orientada al largo plazo y sus fines son más ambiciosos y ,a veces, imprecisos.
Si has leído Lo que necesitas saber sobre estrategia en Ajedrez habrás podido ver la pregunta que plantea el pensamiento estratégico:
¿Qué objetivos tengo a medio plazo para obtener una posición de ventaja?
Por lo tanto parece muy sencillo, no?
Se trata de establecer objetivos a medio o largo plazo. Y eso es lo que solemos leer y oír cuando nos hablan de estrategia.
Sin embargo lo más habitual es que se relacione a esta bella palabra con planes que nada tienen que ver con ella aunque se trate de una planificación a largo plazo.
¿Cómo es un plan estratégico que merezca ese nombre?
La primera pregunta que me viene a la cabeza al pensar sobre esto es:
¿Vale cualquier objetivo, si este nos satisface a un plazo más o menos largo, para determinar un plan como plan estratégico?
La pregunta anterior es de difícil respuesta. Antes habría que tener claro lo que es un objetivo estratégico.
Luego lo que es de verdad difícil es buscar objetivos estratégicos que sirva a nuestros fines.
Por ejemplo: ¿es ganar más dinero un objetivo estratégico?
Pues, ¡¡no!!
¿Por qué no? Si es algo que normalmente nos resulta de lo más agradable y nos satisface a casi todos.
Puede ser el fin último de nuestra estrategia ganar más dinero pero tiene que cumplir otras condiciones para ser un objetivo estratégico. Vamos a verlas
Definiendo objetivos estratégicos
En realidad si nos fijamos en la definición de la RAE cuando hablamos de estrategia en primer lugar se refiere a un termino bélico.
¿Eso no os da que pensar?
En efecto, casi siempre que hablamos de estrategia en realidad de lo que estamos hablando es de obtener una mejora competitiva.
Solemos buscar estrategias en los negocios, en nuestra carrera profesional, en un juego…
Así que cuando hablamos de estrategia estamos hablando de guerra y de cómo derrotar al adversario.
Nuestro adversario puede ser el mercado, otro competidor o simplemente el entorno.
Pues vamos con la primera idea nueva en la definición de nuestros objetivos:
Transformándonos para el futuro
Para que un objetivo suponga un objetivo estratégico es imprescindible que provoque una TRANSFORMACION.
¿Por qué?
Muy sencillo; si nuestro entorno fuera inmutable y constante no sería preciso un plan estratégico. Lo único que tendríamos que hacer constantemente es implantar acciones de mejora sobre lo que hacemos.
Vamos con la segunda idea:
Cuando definimos nuestro plan estratégico no se ve nítido el horizonte de los acontecimientos. Pero una cosa está clara; nos estamos preparando para el FUTURO.
Por lo tanto cuando planeamos estratégicamente estamos buscando una transformación de nuestra situación actual para el futuro, casi seguro.
El difícil arte de buscar objetivos estratégicos
No es fácil establecer objetivos que nos lleven a una posición ventajosa desde un punto de vista estratégico.
Ese es el ARTE de la estrategia; buscar objetivos estrategicamente interesantes para nuestros fines.
Como en toda lucha competitiva hay que ir un paso por delante de nuestro adversario y eso siempre implica dificultad. Cuanto más competitivo sea el entorno más difícil será alcanzar nuestros objetivos estratégicos.
Lo más difícil es identificar acertados objetivos estratégicos que nos ayuden a poner en marcha el proceso de transformación que nos lleve a alcanzar nuestros fines.
Sólo un profundo análisis de los datos acompañado del conocimiento del medio y altas dosis de intuición nos llevarán a identificar las claves de nuestro plan.
Jugar al ajedrez, como sabéis, es un ejercicio idóneo para ensayar el pensamiento estratégico. Como ya os conté en Lo que debes saber sobre estrategia en Ajedrez; es imprescindible hacer un análisis posicional antes de valorar las posibles tácticas y estrategias.
El Ajedrez te enseña la sutileza que pueden encerrar situaciones posicionales muy similares.
Pensando en un buen plan estratégico
Cuando diseñamos nuestro plan estratégico estamos dibujando un camino hacia el futuro que todavía no conocemos con exactitud. Hay muchas incógnitas que seguro que están todavía por resolverse
Así que nuestros planes deben tener una virtud. Tienen que ser FLEXIBLES.
Esto no significa que cambiemos de plan constantemente si no que el plan no nos debe tener maniatados a un férreo camino que si no se ve respaldado por los resultados nos conduzca de forma inevitable al fracaso.
Nuestros planes deben tener la capacidad de mutar en la dirección correcta si las condiciones cambian. La flexibilidad es importante a la hora de hacer el seguimiento de la consecución de nuestro plan.
Einstein decía que si siempre hacemos lo mismo no podemos esperar resultados diferentes. Así que tenemos que salirnos de los caminos trillados. Os recomiendo leer Cómo salir de los caminos trillados para profundizar sobre este tipo de ideas.
Debemos volcar toda nuestra capacidad de CREATIVIDAD para buscar nuestra nueva etapa en el camino de transformación.
En un entorno hostil y competitivo sólo innovando y buscando soluciones creativas podremos doblar el brazo de la competencia.
Eso no significa que de pronto abandonemos lo que hemos venido haciendo y nos volvamos locos y nos queramos convertir en lo que nunca hemos sido.
Sólo si mantenemos nuestros pies firmemente asentados en nuestra historia y nuestra tradición vital podremos evolucionar en la dirección correcta.
Sólo nuestra HISTORIA puede ayudarnos en nuestra nueva singladura.
Para mirar al futuro antes tenemos que volver la vista atrás
Te recomiendo que veas el célebre discurso de Steve Jobs en Stanford
“Connecting the dots”
Pincha aquí para verlo.
Y por último recuerda que sólo con AUDACIA podremos salvar los obstáculos que la prudencia nos pone antes de emprender el camino.
Entonces, ¿Qué es estrategia?
Quiero poner punto y seguido a este capítulo sobre estrategia con una breve reflexión sobre lo que he escrito.
El propósito del artículo esta más orientado a distinguir lo que NO constituye un plan estratégico y que sin embargo se suele tener como tal.
Vamos a ver un ejemplo de plan estratégico sacado de la web de AENA:
Esta es la captura del PDF donde expone los objetivos del plan:
Por decirlo de una manera suave los objetivos del plan no son muy ESTRATÉGICOS. Es el típico ejemplo de ¡¡vamos a hacerlo mejor!! (pura táctica).
Es verdad que AENA no compite al mismo nivel en su segmento ya que casi podemos hablar de un monopolio pero eso no significa que no se pueda ser más ambicioso en las propuestas del plan.
Sin embargo vamos a ver otro ejemplo de una empresa que parece plantearse unos objetivos que miran con claridad hacia el futuro.
En el caso de RENFE podemos ver que marca los pilares del plan y cómo intentar promover su mejora.
En las palancas vemos que se repite dos veces la palabra TRANSFORMACIÓN, ¡¡me gusta!!
Sin entrar en las tripas del plan podemos observar que RENFE se está preparando para el futuro y para mejorar su posición como operador de transporte dentro de 4 años. Un buen comienzo.
Y a ti ¿qué te parece? Hoy no hemos hablado casi nada de Ajedrez. Espero hacerlo más en futuros artículos sobre estrategia.
Te cito ahora con un nuevo artículo sobre el tema: La estrategia a través de los libros de los grandes estrategas
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